La reproducción en este caso de las levaduras puede terminar por varias causas:
-Por haberse consumido el sustrato (glucosa, sacarosa, etc)(y otros como N, P, etc)
-Por cambio de las condiciones existentes, principalmente pH (acidez del medio), temperatura, concentración de oxígeno.
-Por acumulación de metabolitos producidos en el proceso (alcohol p ej. en nuestro caso, que inhiben el crecimiento y reproducción sin necesidad de que se haya agotado el sustrato.
Al final del proceso podemos pues encontrarnos con poblaciones cuantitativamente distintas dependiendo de la mayor o menor participación de las vías aeróbica o anaeróbica empleadas.
Industrialmente en los procesos de fermentación se potencia una u otra vía en función del producto que se quiere obtener.
Cuando la finalidad es multiplicar las levaduras se opta por la vía aeróbica mucho más eficiente. Si lo que se quiere obtener son los productos originados en la fermentación se elige claro la vía anaeróbica. En ocasiones se emplean los dos tipos como en el caso de la cerveza. Primero se potencia por vía aeróbica la multiplicación de la levadura y por último la fase anaeróbica con producción de alcohol.
En nuestro caso: refresco de la mm, el oxígeno es limitado y todo lo que sea airear la mezcla, redistribuyendo nutrientes y sustancias de desecho entiendo que favorece el proceso de multiplicación y eso podría facilitarse de hecho aplicando varios refrescos.
El refresco de grandes cantidades de una sola vez favorece no solo el proceso anaeróbico con formación de alcoholes, etc (buenos para el sabor) sino la acumulación local de metabolitos que frenan el proceso. En este sentido realizar varios refrescos también favorecería al fin este proceso, aliviando la acumulación local de desechos.(*)
En nuestras limitadas producciones, dos tres refrescos conseguirían un adecuado nivel de microorganismos para la fermentación posterior de la masa y una cantidad también estimable de alcoholes, ácidos, etc, al haberse producido gran parte del proceso en condiciones anaeróbicas que potenciarán el sabor final. Y todo ello aprovechando al máximo posible la cantidad de sustrato añadida.
Y hablando del sabor yo no olvidaría la contribución de las propias levaduras fallecidas todas en el horneado. No se acostumbra a citar este aspecto sino es para de forma negativa decir que un pan sabe a levadura, más bien como si se tratara de sabor a levadura fresca. ¿Alguien ha probado a secas el sabor de la levadura muerta horneada?
Su cantidad final es importante ya que su producción en un proceso aeróbico se estima en 0,5 gr (biomasa seca) por gr de azúcar consumido.
(*) Dejando aparte el refresco de la mm, cuando procedemos a la segunda fermentación de la masas dando previa forma a las mismas, eliminamos metabolitos (p. ej. CO2), los redistribuímos al igual que los nutrientes e igualamos la temperatura ya que esos factores estaban frenando la fermentación.
Es como yo lo veo, ¡sin pontificar eh! Como Groucho “ si no le gustan mis principios, tengo otros”Estadísticas: Publicado por Guillermo — Jue 25 Nov, 2010 15:58
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