Ohhh!
Las galletas caseras me salen muy ricas. Eso dicen, al menos, mis compañeros de trabajo. Y, como el pan se me baja y se me baja y hace cráteres que ni el cañón del Colorado, pues pongo aquí esta recetita...
Galletas de avena y chocolate.
Para 2 o 2 y ½ docenas de galletas. Las medidas son con tazas y cucharillas americanas.
Ingredientes:
2 tazas de avena de cocción rápida
1 y 2/3 taza de harina todo uso
2/3 taza de cacao en polvo
½ cucharadita de bicarbonato sódico
½ cucharadita de polvo de hornear
¾ cucharadita de sal
1 y ½ tazas de azúcar
2 cucharadas de semillas de lino molidas (en el molinillo de café se muelen perfectamente)
2/3 taza de leche vegetal al gusto (soja, arroz, avena…)
2/3 taza de aceite de canola (o girasol suave)
1 y ½ cucharaditas de extracto de vainilla
¼ cucharadita de extracto de almendra
¾ taza de chips de chocolate
1 taza de cerezas secas o de pasas (opcional)
Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC. Prepara dos bandejas de hornear con papel de horno.
En un bol mediano, mezcla juntos la harina, la avena, el cacao en polvo, el bicarbonato, el polvo de hornear y la sal. Reserva.
En un bol grande, bate juntos el azúcar, la leche y las semillas de lino hasta que se haga una crema. Añade el aceite y los extractos de vainilla y almendra y bate hasta que estén bien mezclados. Incorpora la mitad de la mezcla de harina y remueve hasta que se integre bien. Luego, echa la otra mitad y también remueve hasta que esté bien integrada. Pero justo antes de que esté bien integrada del todo, añade las pepitas de chocolate y las pasas o las cerezas si lo deseas.
Para hacer cada galleta, coge dos cucharadas generosas de masa y ponlas en la bandeja, pero ten cuidado de dejar un buen espacio de separación entre ellas, como 5 cm. O más, porque tienden a expandirse y se pegan las unas con las otras. Si quieres que te salgan redondas y bonitas, sepáralas lo máximo que puedas, aunque tengas que hacer más hornadas. Si lo deseas, aplástalas un poco con las manos mojadas o con la base, mojada también en agua, de una taza. Así salen más crujientes. Si no las aplastas, salen más blanditas por el centro. A gusto del consumidor.
Hornea 10 o 12 minutos, hasta que las galletas estén firmes y hayan subido un poco. Déjalas enfriar en la bandeja 5 minutos y luego transfiérelas a una rejilla para que se enfríen completamente. Guárdalas en una lata de galletas.
Pongo el enlace del (es mío, no sé cocinar muy bien pero estoy aprendiendo), porque ya me ha pasado en algún sitio que, cuando pongo una receta de "mi" blog, me dicen que la he copiado. Y eso que uso el mismo nick...