Gracias chicos, sois... un encanto. Aunque en este caso creo que el mérito es de los pioneros. Yo solo he intentado jugar un poco a ver si podía hacer algo parecido.
Resistente sería, creo, casi cualquier madera de cierta dureza. Muy salvaje ha de ser la fuerza sobre el manillar para tronzarlo en ese largo. Aunque si queremos estar más tranquilos podemos irnos a un fresno (tres de los cuatro de la foto), olmo (el otro), o incuso roble, haya, abedul... que son a la vez maderas duras, resistentes y que, en este caso, curvan con más facilidad que otras sin romperse, como había comentado más arriba. Mejor si su secado es al aire, lento, ya que resultan menos quebradizas. Habría que distinguir, pues, entre una forma recta y una curva. Y cuanto más cerrada ésta, más exigente. Las curvas de rádios amplios son fáciles. La cosa se complica cuando hay curvas y contracurvas, y de radios más reducidos. Como en todo, hay un límite, que depende de todas estas cosas: madera, parte del tronco utilizada, grano, veta, secado, sección (más grueso, menos curva), cantidad de vapor, curva, tipo de molde... al que en mi caso he llegado por ensayo y error y sin complicarme mucho.
El manillar que finalmente coloqué resulta menos rígido que los otros, debido a que la sección tenía que reducirse bastante para poder colocar los frenos (no encontré de momento frenos con abrazaderas más grandes), lo cual hace que el diámetro de la empuñadura sea demasiado fino para ser cómodo, ya que no quiero poner manguitos, y el conjunto resulta más fléxible (por ello lo de elegir maderas duras pero flexibles, que no se rompan al flexionar). Aunque estoy contento. Los otros son perfectos para bicicletas de piñón fijo. No tienen ningún problema. Su diámetro es de 25 mm en todo el largo, para la potencia que yo tengo. Aunque creo que hay también medidas superiores (38.1), que darían mucho más margen de comodidad y seguridad.
Ibán, te he soltado un buen rollo. Pero si quieres más, tranquilo, nos vemos pronto.
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