fangalf, Juan Pe, Gracias
Cuento un poco cómo va la cosa:
He utilizado una bolsa de 250 g de espinacas frescas. Le he dado un poco de calor junto con dos cucharadas de agua para reducirlas y que vinieran abajo y, una vez frías, le he añadido tres huevos. Añadí los huevos sin pensar, con lo que me he encontrado con una cantidad bastante considerable de pasta. La mitad la tengo guardada en espera de ser formada. Todo llegará. He triturado las espinacas junto con los huevos y he añadido alrededor de 650-700 g de harina de trigo duro de Roca (Kamut). Ya decía que ha salido una barbaridad de pasta, por eso la próxima vez no echaré huevo, con lo que será exclusivamente de espinacas.
El único misterio de la pasta es que tienes que añadir harina (o líquido, según se mire) hasta que se forme una especie de migas. En ese momento podemos decir que está en su punto de humedad. Es una masa muy dura, pero si se hace tierna presentará mucha dificultad a la hora de estirarla. Y más aún si la estiramos con máquina.