Pues mi primer pan, hace un montón de años, fueron unos bollos de leche cuya receta salía en un libro de Eva Arguiñano. No sé qué fue lo que falló, pero salieron una especie de tortas monstruosas y duras como piedras, que se negaron a levar lo más mínimo. Eso sí, si tenías valor de hincarles el diente, no sabían mal porque llevaban buena mantequilla, a riesgo de dejarte los piños en ellos. Mi marido, que es muy inteligente y sabe lo que vale la paz doméstica, me dijo que estaban buenísimos, como todo lo que yo hacía.
Pero mi honestidad natural me dijo que algo fallaba bastante. Le cogí miedo al tema del pan hasta hace unos años, y a fuerza de leer libros y de sacar unas masazas incalificables, un buen día ,me salio algo mínimamente comestible. Pero, a pesar de que he mejorado sensiblemente, aún no he logrado el pan perfecto ni las preciosidades que muchos sacáis en las fotos. Estoy en ello....