Me apetece abrir un hilo nuevo, relacionando el pan y la poesia.
Estoy en un taller de escritura creativa, y este año nos estamos centrando en la poesia.
Pan y poesia, sin duda cosas distantes y a la vez relacionadas, buscar los ingredientes y las palabras viene a ser parecido, hay que probar cosas nuevas, nuevos ingredientes, seleccionarlos ver como conjuntan y se unen, materias y palabras que solas no dicen nada, pero juntas descubren un mundo nuevo.
Ahi va la primera:
Alquimia en mis manos
solidos sin vida
liquidos dorados
proporciones magicas
resultado sorprendente.
Union empirica
amasados con reposo
tiempos pausados
largas fermentaciones
calor en el horno
sabores de antaño.
Dias de reposo
deseando comerte
pintas de centeno
adornando tu forma
grandes ojos vigilan
en una lasca de tu ser
un fuego suave la tuesta
tomate y jamon
aceite y sal
reflejan la admiracion
en mi mirada.
“El hombre que tiene trigo
no deve buscar trast[r]igo.
Quando ya el hombre es casado
y tiene y puede tener
su muger de noche al lado,
¿para qué es enamorado
ni busca ya a otra muger?
Es dino de gran castigo
pues en casa ay provisión,
que el hombre que tiene trigo
no debe buscar trastrigo
ni andar ya hecho garçón”5.
HOROZCO, SEBASTIÁN DE, Teatro universal de proverbios
Os dejo un fragmento de un poema de Gabriela Mistral que se llama ¨ Pan ¨; no lo incluyo todo por que es muy largo, si estais interesados en http://www.poemas-del-alma.com lo teneis.
Dejaron un pan en la mesa,
mitad quemado, mitad blanco,
pellizcado encima y abierto
en unos migajones de ampo.
Me parece nuevo o como no visto,
y otra cosa que él no me ha alimentado,
pero volteando su miga, sonámbula,
tacto y olor se me olvidaron.
Huele a mi madre cuando dio su leche,
huele a tres valles por donde he pasado:
a Aconcagua, a Pátzcuaro, a Elqui,
y a mis entrañas cuando yo canto.
Otros olores no hay en la estancia
y por eso él así me ha llamado;
y no hay nadie tampoco en la casa
sino este pan abierto en un plato,
que con su cuerpo me reconoce
y con el mío yo reconozco.
Se ha comido en todos los climas
el mismo pan en cien hermanos:
pan de Coquimbo, pan de Oaxaca,
pan de Santa Ana y de Santiago.
...
..
"... me gusta el pan, lo muerdo,
y entonces
veo el trigo,
los trigales tempranos,
la verde forma de la primavera,
las raíces, el agua,
por eso
más allá del pan,
veo la tierra,
la unidad de la tierra..."
(Pablo Neruda)
Cierto día de primavera
el arco iris sintió curiosidad
de conocer a un alfarero,
pues de sus manos salía pan.
Desde la tribuna del foro
propuso viajar en el tiempo
a épocas en que las cosas
tenían sabor de verdad.
Respondieron Teba desde
su pirámide,
Juantxo el domador de
pequeñas fieras,
Fougasse fugaz como una estrella,
Roser y Juanjo cabalgando sobre el
viento,
Poxpolin revoloteando
desde tierras navarras,
Marilu retratando la vida
y Xabi contando estrellas.
Saturio se dice el alfarero,
conocedor de grandes secretos,
trabaja el maíz con las manos,
mezcla centeno y trigo,
malta y otras hierbas,
domina el fuego y
la vida,
venera el trabajo
bien hecho.
Estupenda jornada
la que pasamos
precursora de otras
muchas,
la masa de un pan
nos une,
la dicha de un instante
nos separa.
Por varias razones llevo un mes sin pisar el foro, y con pocos panes hechos, la verdad. Pero ya llegó la hora de volver. Y para empezar, adjunto un poema con el que recientemente me topé. Es realmente sobre las palabras, y el pan es sólo un ejemplo entre otros. Sin embargo, me pareció tan bonito... Y eso que nunca he sido de poesías, pero bueno, algún día hay que empezar...
Los Nombres de Las Cosas , de Leopoldo de Luis
Si decimos madera, se oye el viento
poniendo entre los árboles su música,
como cuando al nombrar el pan nos llega
un vaho caliente de la mies madura
y al decir vino es un otoño claro
lo que nos toca con su mansa lluvia.
En el ala del nombre cada cosa
trae el olor de una sustancia pura,
la lejana verdad de su materia,
los cálidos cimientos que la fundan.
Si decimos madera suena el golpe
del leñador entre las altas plumas
vegetales, la sombra campesina
si pan decimos fugitiva cruza
y la mano artesana que levanta
la nívea luz de la amasada espuma,
y el rumor jornalero en los lagares
si vino dice nuestra voz, se escucha.
En la arcilla del nombre cada cosa
como en pequeños ríos acumula
el humano sudor, el noble esfuerzo
para su claridad primera y última.
Hasta nosotros vienen nombres, cosas:
Madera, vino, pan, metales, frutas...
Satélites diarios nos rodean,
sus solícitas sombras nos ayudan.
Tienes que pronunciar los nombres
de las cosas sintiendo su profunda
realidad de materia y su invisible
condensación de vida.
Tal la pulpa de una almendra,
en la cáscara del nombre trozos de vida,
vidas diminutas, duermen y se despiertan
en tus labios, hijo,
cuando tus labios las pronuncian.
La tranche de pain
Un enfant seul,
Tout seul avec en main
Une belle tranche de pain,
Un enfant seul
Avec un chien
Qui le regarde comme un dieu
Qui tiendrait dans sa main
La clé du paradis des chiens.
Un enfant seul
Qui mord dans sa tranche de pain,
Et que le monde entier
Observe pour le voir donner
Avec simplicité,
Alors qu'il a très faim,
La moitié de son pain
Bien beurré à son chien.
Traducción, maomeno.
La rodaja de pan
Un niño solo,
Solitario, con una hermosa rodaja de pan
en su mano.
Un niño solo,
Con un perro
Que le mira como a un dios
Que tendría en su mano
La llave del paraíso de los perros.
Un niño solo
Que muerde su rodaja de pan,
Y al que el mundo entero
Observa para verle dar
Con naturalidad
Ya que tiene mucha hambre
La mitad de su pan
Bien embadurnado de mantequilla a su perro.
La traducción puede que este mal hecha. Si es así, corregidla.
Pan,
con harina,
agua
y fuego
te levantas.
espeso y leve,
recostado y redondo,
repites el vientre
de la madre,
equinoccial
germinación
terrestre.
Pan,
qué fácil
y qué profundo eres:
en la bandeja blanca
de la panadería
se alargan tus hileras
como utensilios, platos
o papeles,
y de pronto,
la ola
de la vida,
la conjunción del germen
y del fuego,
creces, creces
de pronto
como
cintura, boca, senos,
colinas de la tierra,
vidas,
sube el calor, te inunda
la plenitud, el viento
de la fecundidad,
y entonces
se inmoviliza tu color de oro,
y cuando se preñaron
tus pequeños vientres,
la cicatriz morena
dejó su quemadura
en todo tu dorado
sistema de hemisferios.
Ahora,
intacto,
eres
acción de hombre,
milagro repetido,
voluntad de la vida.
Oh pan de cada boca,
no
te imploraremos,
los hombres
no somos
mendigos
de vagos dioses
o de ángeles oscuros:
del mar y de la tierra
haremos pan,
plantaremos de trigo
la tierra y los planetas,
el pan de cada boca,
de cada hombre,
en cada día,
llegará porque fuimos
a sembrarlo
y a hacerlo,
no para un hombre sino
para todos,
el pan, el pan
para todos los pueblos
y con él lo que tiene
forma y sabor de pan
repartiremos:
la tierra,
la belleza,
el amor,
todo eso
tiene sabor de pan,
forma de pan,
germinación de harina,
todo
nació para ser compartido,
para ser entregado,
para multiplicarse.
Por eso, pan,
si huyes
de la casa del hombre,
si te ocultan,
te niegan,
si el avaro
te prostituye,
si el rico
te acapara,
si el trigo
no busca surco y tierra,
pan,
no rezaremos,
pan,
no mendigaremos,
lucharemos por ti con otros hombres,
con todos los hambrientos,
por todos los ríos y el aire
iremos a buscarte,
toda la tierra la repartiremos
para que tú germines,
y con nosotros
avanzará la tierra:
el agua, el fuego, el hombre
lucharán con nosotros.
iremos coronados
con espigas,
conquistando
tierra y pan para todos,
y entonces
también la vida
tendrá forma de pan,
será simple y profunda,
innumerable y pura.
Todos los seres
tendrán derecho
a la tierra y a la vida,
y así será el pan de mañana,
el pan de cada boca,
sagrado,
consagrado,
porque será el producto
de la más larga y dura
lucha humana.
No tiene alas
la victoria terrestre:
tiene pan en sus hombros,
y vuela valerosa
liberando la tierra
como una panadera
conducida en el viento.