Por mi parte, es una lástima porque no tengo una relación directa con un pueblo, sus costumbres, tradiciones, etc. Todo lo que sé es porque siempre me ha interesado oir las historias de los pueblos, quizá por carecer de ellas. Por eso pocas historias puedo contar de hornos de pueblo y costumbres alrededor del pan. No obstante, mis recuerdos de infancia acerca del pan no son nulos y os lo cuento.
Mi madre es de ciudad, de familia acomodada de Barcelona, y en aquella época antes de la Guerra Civil, ese tipo de familias abominaban de las cosas de pueblo
(¡hay que j...rse!). Y mi padre, cuenta muy poco de su vida, por lo que sé poco de cuando él vivía en un pueblo de Granada. Luego, yo he vivido siempre en una ciudad, Madrid, en un barrio de extrarradio donde las panaderías empezaban a desaparecer. Yo ví cómo cerraba la tahona de mi barrio (un antiguo pueblo transformado en barrio), y derrumbaban el edificio donde estaba para construir pisos
. Sólo recuerdo de ella que vendían "colines", bastoncillos de pan de unos 75 cms (como unos grisini pero gigantes), y las famosas "pistolas" (barras de cuarto). Había otros panes, como los "colones" (candeales?) pero no los recuerdo bien. Mostrador de mármol, estanterías de madera pintada de blanco, y paredes de azulejo blanco amarillento, con los cestos de mimbre rondando por todo el despacho. Apenas un solo adorno en las paredes, o decoración al uso.
Al desaparcer la Tahona, nos traían el pan a casa de un obrador que lo repartía a domicilio. De esa forma, con el paso del tiempo, empecé a ver cómo obligaban al panadero a envasar el pan
. También, empecé a ver cómo pasaron las barras de ser horneadas sobre el suelo del horno, a ser horneadas sobre bandejas (esos puntitos en el reverso de las barras, de las bandejas del horno agujereadas). Y recuerdo la pérdida de calidad del pan porque mi madre se quejaba al panadero de que la miga se separaba de la corteza
Os suena ¿no?
Todo esto hablo de un periodo entre 1975 y 1985.
Saludos y buen pan