Pues ya nos hemos unido al club de los molineros caseros. Nos hemos comprado este:
nos ha salido caro, 375 euros, pero es que yo quería uno con piedra-piedra, que las guarrerías que tienen que hacer para extraer el corindón son morrocotudas y nadie me aseguraba que fuera corindón natural. Además, si se me desgasta la piedra de granito se la llevo a alguien a que vuelva a tallarla, me daba más sensación de ser algo para toda la vida. Y además granito alpino, no me digáis que no tiene romanticismo la cosa.... si es que soy una sentimental. Pero, ya os digo, lo pagas, a vuestra salud le va a dar igual uno que otro pero a vuestro bolsillo no. Aún estamos haciendo pruebas. Muele rápido y no es demasiado ruidoso, y con el cedazo de 0,5 mm (o sea, para harina para repostería) sacamos una extracción de 75% tras pasar de nuevo por el molino el salvado que quedó, y sin haber usado la molienda más fina. Pasándolo sólo una vez, y con el cedazo de 0,5 mm (es el único que tengo) se saca harina blanca al 60%, que es más cercana a la T55 francesa, ¿no? De todos modos, no estoy segura de qué trigo nos vendieron en la tienda eco, porque sólo ponía "trigo", ni si era duro ni si era estivum, en fin.... que igual lo que estoy sacando es sémola rimaccinata, no sé. El molino ocupa poco sitio, y lo que más me ha llamado la atención es el aroma de la harina, no tiene nada que ver con la empaquetada!!!!
Ya seguiré contando cuando haga el primer pan.
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