TESTING, TESTING...
Tras mi segunda prueba con la leche caliente (recién infusionada) y el vaso de la máquina también, al mezclar todo a esa temperatura alta, MIS NIÑAS (levaduras) CASI FERECEN EN EL FRAGOR DE LA BATALLA, y llego a la conclusión de que tenéis razón. NO LO VOLVERÉ A HACER.
Prueba nº 1 con levaduras congeladas, y prueba nº 2 con levadura seca, mismo resultado... o sea, levados no del todo satisfactorios, aunque el resultado final tras el horneado no ha salido tan desastroso. Aún así, tanto el rosco del primer intento como las bolicas de 50 gr del segundo intento se pueden comer, pero no es así como me gusta el resultado. Lo que debe salir es un primer levado que se note que ha crecido (la experiencia y el ojo dicen si todo va bien), y un segundo levado ya formado el roscón, que permita pasar de un toroide de unos 5 cm de diámetro, a una "rueda de camión" a punto de reventar, y así, una vez pincelado, almendrado y azucarada la superficie, a cocer, y obtener ese bollo esponjoso y apetitoso.
Conclusión: La infusión la noche anterior, y a la nevera con las cáscaras para que siga chupando aromas. Y utilizar el líquido frío a la hora de la mezcla.
Y deduzco que efectivamente las levaduras congeladas no han sido la causa de mi "desastre" repetido.
Tomo nota del empaquetamiento en taquicos de 3gr en raciones inividuales y en un tarro para que no les afecte la humedad.
GRACIAS Izaskun, Juantxo, y "desayunanda".
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