Pues mientras hacía el pan con harina Gallo para la receta del mes, he horneado una idea que tenía hace tiempo. Me gusta mucho el centeno (más que el trigo), así que siempre tengo centeno por casa, normalmente de diferentes tipos y extracciones. Últimamente, no obstante, sólo he tenido sacos de integral, así que cuando he necesitado centeno no-integral, simplemente lo he cernido a voluntad. Con el tiempo siempre me junto con bastante salvado de centeno, que voy usando en mil panes, de diversos modos (esto da para otro hilo). Hace tiempo que tenía ganas de hacer unas galletas fermentadas, algo como un knäckebröd.
En este caso, sin harina ni agua... se trata de un knäckebröd galletoide para mashotes
He usado salvado de centeno y kéfir; luego un poco de madre triste que tenía por ahí, un poco de levadura, azúcar moreno, miel, canela, mantequilla... creo que es todo.
Ahí están. Esperando secarse bien para meterlas a una caja y que me acompañen en desayunos y cenas, bien remojaditos con leche.