Bueno, pues al fin me he puesto con la receta del mes. Aquí no se encuentran chorizos fácilmente, o no los que quisiéramos. Compré unos demasiado morcillones para un humilde panecillo, así que resolví crear la versión teutona: "Schwangerweck in Käselache". Queda potito, ¿eh? Literalmente "bollo preñado en charco de queso". Y ahora explico el asunto.
Para el relleno elegí unas Wiener (salchichas de Viena) en versión pequeña. Y con el temor de que el asunto quedara demasiado seco, he enrollado cada salchicha en media loncha de queso fundido. He formado con cierre abajo. Segunda fermentación y venga, ¡al horno! Excepto en un bollo que se ha abierto algo por arriba, los demás han aguantado el tipo. Pero... ¡sorpresa! De repente se abre en cada pan un agujerillo en un costado que no coincide con ningún tipo de junta y empieza a brotar el queso, acuciado por el calor. Algo que había temido, pero no me habría imaginado que saldría por ese punto.
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Pues nada, el queso al carajo. Pero he termiando de cocerlos y ésta era la pinta a la luz del día:
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Y aquí el corte:
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Aparte de todo esto, he seguido exactamente la tercera receta de Miolo, la de la masa madre.
Solo me ha quedado la duda de si había que utilizar vapor o no. A falta de mención, no lo he aplicado.
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