Birdlives, lo importante es que los invitados eran vascos... y de ahí la abundancia de la mesa. La receta es la de Lepard, sin lo piñones ni el higo. Es una readaptación (en el blog los detalles, porque le cambié la hidratación y las harinas ¿A tí no te resultó muy dura la masa tal y como él la propone? Yo añadí más líquido: o sea, más vino,
).
No fue sólo un almuerzo, Loreto, no. Han sido tres días de comilonas. Es lo que tiene la lluvia en el Sur: que no sabemos salir si llueve y nos da por no levantar la tertulia de la mesa... Vamos que uníamos comida, merienda y cena.
Ahora, que sus maletas no venía llenas de ropa, sino de: bollos de mantequilla de La Suiza, palmeras de coco (docena de cada), dos bizcochos de 5 huevos cada uno, caseros, dos kgs. de membrillo casero de una de las amas de nuestros amigos, un queso... Y no sigo porque parece que no somos buenos anfitriones, que los invitados vienen con la maleta llena.
Eso sí, se fueron con tres docenas de molletes, aceite de oliva virgen primera presión, vinagre de Jérez del bueno y otras ricuras para repartir por el Norte. Si es que esto parece una agencia de import-export,
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Jano, un placer que te sumes a la panda... sobre todo porque sé que no faltarán manos y masas ricas teniendote cerca,
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