Otro pan comprado en Bilbao (sigo con mis pesquisas para encontrar buen pan en la capital del mundo; parece misión imposible). Me da cosa, porque cuando hablo de panes de Bilbao parezco el pitufo gruñón, siempre quejándome y diciendo lo malo que es todo
Qué más me gustaría que tener un Artepan vitoriano o algo similar en Bilbao.
Pan ecológico en horno de leña de la panadería Zerrabe, de Zuhatza (que realmente está en Álava, no en Bilbao, pero bueno).
Otro pan de aspecto rústico. Lo compré en la tienda de productos ecológicos Kresala, en la calle Jardines del casco viejo de Bilbao.
La corteza es especialmente seca y gruesa (lo compré el miércoles, me dijo que lo traían lunes, miércoles y algún otro día); al cortarlo la corteza estaba tan seca que temí que mi pieza fuera del lunes, pero es simplemente que está horneado así, la miga estaba fresca. Siendo gruesa y seca, la corteza no está dorada ni tiene un olor especialmente penetrante a pan.
La miga no es blanca del todo, tiene un agradable color crema; se desmiga con facilidad y es algo blanda (como si hubiera sido hecha con una harina con poca fuerza). Los alveolos son pequeños y la textura es suave.
El sabor a mí no me pareció para tirar cohetes, aunque por lo menos me gustó que se deja masticar (es decir, no es puro bollo como otros panes). Aunque no hay un super sabor rústico, sí que notas sabor a cereal y tras masticar te queda la leve acidez característica de un buen pan rústico. El sabor, en todo caso, muy muy suave. Para mí no tenía mucho interés, pero me consta que el gusto mayoritario parece preferir sabores muy suaves (pienso en que somos de los pocos sitios que comemos cordero lechal, por ejemplo), y texturas blandurrias (la forma muy extendida de sobrecocer las verduras, por ejemplo). Así que imagino que el pan puede agradar a una parte del público (por decirlo así).
Me costó 2,99 € (sí, me devolvieron un céntimo; me pareció ridículo) por unos 850 g de pan. Está en otra división que el pan nefasto que describí justo arriba (el de Bizkarra), pero a mí tampoco me pareció muy allá. (Puede ser sencillamente que no sea "mi pan", del mismo modo que, por ejemplo, no me seduce el pan candeal, que tiene millones de apasionados).
(Por supuesto, como siempre, para gustos los colores. Esta es mi opinión, la única que tengo, y ni mejor ni peor que cualquier otra )
Edito: gana con el tiempo. Al día siguiente, el sabor ha mejorado, se potencia el toque dulce del cereal y un cierto sabor profundo a pan.