NoAlPaDeBenzinera escribió:Yo tengo dos colegas que tiene una maquina de pan, a la que yo le llamo la maquina del demonio, igual por ignorancia mía o de mi compañero que no sabe utilizarla, pero creo que no es el caso. Salen unos panes con muy poca gracia. Panes con harina de bastante fuerza, tipo pan de payes, al cortar el pan, la miga se desmorona, se rompe, por decirlo de otra forma, no hay manera de cortar rebanadas finas. Yo le doy la culpa al amasado, porque se hizo la prueba de amasar en la panificadora y fermentar y hornear fuera de ella, o sea, fermentar a temperatura ambiente y hornear en un horno normal, y el resultado siguió siendo no muy bueno. Es cierto que sin amasados excesivos también se trabaja un buen pan, pero eso sí, siguiendo las técnicas de los pliegues, etc... Estas maquinas tienen las aspas que "amasan" del tamaño de una moneda de dos euros, o poco mas grandes.
A uno de mis colegas, después de insistir y insistir, le convencí para que le diera una clase rápida de como hacer pan, vamos, lo que sabemos todos los que leemos este foro, que si pliegues, que si reposos, .... y vio la luz. Tiene la maquina de pan arrinconada y con un anuncio en el ebay.
Esta es la experiencia indirecta que yo tengo con las maquinas de pan.

Un aficionado a los cuarenta principales se deja caer en una reunión
de la Sinfónica
de Viena.... así me parece que me va a pasar a mí en este foro.
Yo soy
de los que hacen
pan en panificadora y con levadura comercial (hay herejías peores, supongo). Coquetée en su tiempo con las masas madres e incluso intenté algún amasado manual, pero me debe faltar sentido del ritmo y
de la coreografía
de los brazos (la
de los pies tampoco me vino
de serie) y no tengo ni tiempo ni paciencia para insistir. Además confieso que los panes artesanos, los que os emocionan, a mí no me atraen (¡oh, anatema! ... ya os decía lo
de los cuarenta principales)
Tengo una panificadora Bifinett (
de las del Lidl), desde hace algún año y estoy encantada con ella. Me parece un aparato con excelente relación calidad/precio y la recomiendo. Sin saber si todas las panificadoras del mercado dan la talla técnica, me parece que la mayor parte
de los fracasos
de los que estrenan una panificadora se deben a los recetarios que vienen con las máquinas, que parecen haber sido escritos o traducidos por el enemigo (sin contar que en muchos casos los nuevos usuarios
de panificadoras suelen ser tambien novatos en el tema del
pan y pueden cometer errores
de bulto con los ingredientes). Las recetas
de los panes sirven para todas las panificadoras, ajustando cantidades a la capacidad óptima
de cada una.
Sigo comprando las barras
de pan en la panadería
de mi pueblo. Aunque a muchos
de vosotros os producirían sarpullidos
de horror, a mi familia y a mí nos gustan y, tras algún intento, me prohibieron expresamente que intentara sustituirlas. En la panificadora me limito a hacer
pan de molde, con harina
de fuerza del Makro; mayoritariamente dos recetas (ambas son adaptación
de unos apuntes que me pasó una amiga
de un Taller
de pan de molde y desayuno inglés que impartió en Barcelona Ibán Yarza):
Pain de mie (pan de molde para sustituir al pan Bimbo) y
Pan de leche de Hokkaido; los dos salen fantásticos (para mi gusto, claro). Una vez enfríados se cortan maravillosamente con un cortafiambres eléctrico y conservo las rebanadas en una bolsa
de plástico.
Otras veces amaso en la panificadora y luego doy forma para terminar en el horno (una vez amasado, los torpes tenemos menos problemas en manejar las masas): así van los roscones
de Reyes, las espirales
de brioche e incluso algunos panes.