Que recuerdos de los que me cuenta mi padre de su infancia, las eras de mi pueblo estaban entre mi pueblo y el de al lado (ahora sólo los separa una calle, los de una acera son de Armilla y los de la acera de enfrente son de Churriana de la Vega).
Las eras se usaban tanto para el trigo como para el maíz y cuando estaban con este último se quedaba aquello lleno de pavesas de maíz (la parte blanca que queda cuando quitas los granos a la mazorca). Y los niños de ambos pueblos formaban guerras tirándoselas. Lo mejor era cuando dejaban de usar las pavesas y comenzaban a usar piedras. A pesar de lo bruto, sigo pensando que es más sano que estar sentado delante de la consola como un zombi.
Otra cosa que sucedía en las eras ocurría durante la trilla del trigo, cerca del pueblo había un convento de jesuítas, y en la trilla se acercaban con sus hábitos y metían la mano en el trigo para "admirarlo". Cuando subían la mano llena de trigo lo dejaban caer, buena parte de él dentro de la manga del hábito. Los labradores tenían que andar con mil ojos pa que los frailes no les robaran unos cuantos kilos de trigo.