Llevo unos días por Sevilla, y he visitado tres de los sitios de los que se habla en este post.
Pan y piu.
De lujo! He comprado pan blanco hecho con masa madre, pan integral, molletes y un cuarto de hogaza de pan de calabaza. Todos muy ricos. El de calabaza lo devoramos casi entero mientras caminábamos por la calle. El de masa madre tiene un toquicillo ácido muy muy bueno. Muy buena relación calidad-precio.
El Rincón Orgánico.
Lo hemos visitado esta mañana y hemos comprado un pan blanco con muy buen aspecto que aún no hemos probado. El resto de panes tenían también muy buena pinta. Realmente tienen un aspecto formidable de pan casero. La chica que nos ha atendido ha sido muy amable y nos ha contado algunas partes del proceso de elaboración. El que existan sitios como este aumenta la pena por tener que marchar de Sevilla.
La Societé.
Aunque fue el primer sitio que visité, he dejado para el final el comentario sobre el mismo porque no tiene desperdicio.
Entro en la tienda y aunque algo no me convence no sé concretarlo... Los panes no me dicen nada, y los que rezan ser de masa madre están envueltos en papel que no me deja verlos. Aún así, y teniendo en cuenta que tal vez nunca vuelva a Sevilla, decido jugármela.
Diálogo con la chica que me atiende:
YO: Hola. ¿Los panes de masa madre tienen acidez?
ELLA:... (Una sonrisa que delata lo que no tardo en confirmar).
YO: Lo digo porque como dice que están hechos con masa madre pues igual tienen algo de acidez.
ELLA: ¿Dices que el pan con masa madre te da acidez?
YO: (Esta vez la sonrisa se instala en mi cara) Nooo!! Que como la masa madre puede aportar acidez al pan...
ELLA:...,...,... (Cara de no saber de lo que hablo) Creo que no tienen acidez.
YO: Bueno (mi duda aumenta, pero llego hasta el final), pues dame uno de ajo y romero.
ELLA: Ya me dirás si tienen acidez.
Me cobraron 4,5 euros por una hogaza de, aproximadamente, medio kilo. Al llegar al apartamento comprendí el por qué del envoltorio de papel del pan; estaba cortado en rebanadas!!! Y además se habían pasado tres pueblos con las hojas de romero. En fin, que aunque me quedara a vivir en Sevilla no se me ocurriría volver.
En resumen: animo a cualquiera que viva cerca, o que pase por Sevilla, a que visite los dos primeros que he mencionado. Y si solo tiene tiempo para uno, que no deje de acudir al mercado de la calle Feria y buscar el puesto de El Rincón Orgánico.