sarafly escribió:claro que .... Siiii!!! porfa!!
Según Dan Lepard, el gran maestro, la manera tradicional de hacer este bollo es espolvoreando la masa, antes de enrollar, con nuez moscada y untada con manteca de cerdo, aunque él apunta que prefiere hacerlo con mantequilla. Yo, que soy más tradicional (lo cierto es que no me gusta la mantequilla

) y ya te puedes imaginar cómo lo he hecho. La receta, algo -o bastante- modificada, ha quedado así:
masa
180 g MM trigo 100% hidratación alimentada con harina de fuerza eco
95 g leche
100 g huevos (2 huevos medianos)
60 g sirope (sustituible por miel)
3 g levadura seca
50 g harina de repostería
350 g harina fuerza eco (El Amasadero)
25 g manteca de cerdo
5 g sal
relleno
25 g azúcar de caña
25 g azúcar blanquilla
25 g manteca de cerdo
1/4 ralladura de lima (o limón)
ralladura de nuez moscada (alrededor de 1/8 de nuez)
50 g pasas
15 g ron
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1 tableta de chocolate con leche rallada
Amasar los ingredientes de la masa hasta conseguir que sea suave y lisa. Hacer una primera fermentación hasta que doble el volumen. Mientras tanto preparar el relleno: mezclar los dos tipos de azúcar, manteca, ralladuras de lima y nuez moscada. En otro recipiente, macerar las pasas con el ron (o el licor elegido). Rallar el chocolate y reservar.
Después de haber doblado el volumen, sacar la masa a la mesa y estirarla. No hace falta rodillo, se estira fácilmente porque es muy elástica. Partir por la mitad y a una de ellas añadimos en chocolate para posteriormente enrollar y cortar. La otra mitad la untamos con la mezcla de ingredientes y le repartimos las pasas maceradas en el licor (añadiendo hasta la última gota de licor). Enrollar y cortar. Disponer en un recipiente para hacer una segunda fermentación hasta que haya doblado el volumen. Espolvorear con azúcar blanco y hornear en horno precalentado a 190º durante 25 minutos. Si nos sobra masa podemos disponerlas en moldes de magdalenas, pero en este caso habrá que cortarlas más pequeñas y reducir el tiempo de horneado.
Por último, podemos preparar un almíbar con azúcar y agua a partes iguales, hervir un par de minutos y, una vez frío, pintar los bollos recién sacados del horno. Esto le proporcionará un brillito que los hará más apetecibles.