PanAceiteySal Otro que se ha pegado un curro que no veas. ¡Pero que envidia de panes esta semana! A mi me encantan estos panes candeales, pero no consigo nunca llegar al nivel de perfección que has conseguido tu con lo que nos muestras en esta foto. Sería un detallazo que nos contaras un poco, con unas breves lineas maestras como has conseguido esos panes estupendos.
Realmente tienes razón. Te pegas una paliza haciendo este maravilloso pan. Hay ciertas ayudas, como el uso de un rodillo pesado de acero inoxidable y con agarraderas fijas. Lo que hago para que este pan tenga un poco más de sabor, es hacer la tarde anterior una biga al 50% de hidratación, por ejemplo 70 grs. de harina y 35 grs. de agua + una pizca de levadura instantánea. Se amasa y se deja en un bol tapado a temperatura ambiente hasta la mañana siguiente.
Al siguiente día preparamos un buen desayuno y nos lo zampamos, por que vamos a necesitar fuerzas para el trabajo que nos espera
. Mezclamos 500 gr de harina de fuerza (yo uso Haricaman o Rivercote de Lidl) y 10 de sal. Aparte, mezclamos la biga del día anterior con 225 grs. de agua y 2 grs. de levadura instantánea y hacemos una papilla que añadiremos a la mezcla de harina. Y nada, a mezclar con la mano, por que no hay máquina que mezcle esa masa tan seca. Amasamos hasta formar una bola y la dejamos reposar 10 minutos (mientras vamos preparando nuestros músculos
).
Agarramos el rodillo y con la masa en la mesa y sin nada de harina, comenzamos a estirarla hasta forma una especie de lengua larga. Plegamos en tres los dos extremos, y seguimos. Así hasta notar como la masa se va quedando fina y suave y nuestra piel de la cara seca y sudorosa
. Finalmente, y tras varios plegados, formamos las barras o lo que queramos hacer (salen unos picos andaluces y rosquillitas finas excelentes) y greñamos con el dibujo que nos apetezca. Dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que doble su volumen. Precalentamos el horno a 230º con la bandeja dentro. Antes de meter los panes al horno, volvemos a marcar el dibujo que habíamos hecho, y nada al horno. Pulverizamos con agua los panes una vez estén en la bandeja, y a los 10 minutos bajamos la temperatura a 200º. No es necesario mucha humedad en el horno. Cuando veamos que están doraditos un poco por encima, comprobamos la temperatura interior de los panes. Debe rondar los 85º. ¡Ya están! Los sacamos a una rejilla y a enfriar. Ya me contareis como os han salido.
Es que me quisiera poder comer todos estos panes!!! 
Sip... cierto... pero ¡Qué ricas!
, especialmente la colección de tortas de aceite.
