Buenos días, mi fin de semana ha sido bastante productivo. Una hogaza plana de pan de semillas, unas migas, un tiramisú y unas palmeritas.
La hogaza no va a desastres panaderos porque estaba muy buena, pero estéticamente.... Ya desde el principio ví que aquello era la maaasssssssssaaaaaaaaaaaaa.... no había forma de amasar. Utilicé el método Bertinet y la cocina acabó salpicada de masa, no os digo más. Pero para cabezona yo. Luego ya me dí cuenta de que utilicé unos 200 g de agua más de la debida. Fue al frigo formada en banetton y al día siguiente, estaba sobrado por todo
Pero al horno marchó! Estéticamente es fea, o no lo que yo quería conseguir. Pero la miga estaba muy buena y la corteza crujiente. Duró el asalto de la comida, no más. Y eso que pesaba 1.850 gr.
Después hicimos unas migas, que no sé en qué hilo ponerlo, así que lo dejo aquí, aunque realmente horneadas no son. Estaban buenísimas. Cómo algo tan sencillo y con tan pocos ingredientes puede ser tan bueno.
Para el postre hice tiramisú, de esto solo horneé el bizcocho. No quedó nada. No tengo ni foto. Aunque tampoco era muy presentable... a mí me gusta el tiramisú, las croquetas, la leche frita, etc... que la masa sea muy cremosa. Y claro, no aguantaba la forma. Suelo hacer este postre en vasitos individuales, pero éramos muchos y resultaba más cómodo en fuente. Fue vista y no vista. Que es la mejor señal de que algo está bueno, y rebañaron todo
Y por último saqué una plancha de hojaldre casero que tenía en el congelador de este invierno. Hay que dejar sitio para las nuevas creaciones ahora que podemos empezar a encender el horno. Muy buenas. El sabor a mantequilla y azúcar moreno... ummmm....