
Yo he preparado la versión canónica, me basé en la receta de la web Gastronomías que es un enorme recopilatorio de recetas portuguesas, (unas mejores y otras no tanto). Para quienes no sean grandes amantes del coco, también se pueden hacer juntos y preparar la crema con menos coco y más líquida, como natillas, para que empape el bollo y quede más jugoso.
Preparé la mitad de masa, para hacer 6 bollos, y la hice aún más simple, sin usar la ralladura ni el zumo de naranja porque los que yo he probado no la llevaban; en vez de hacer el breve prefermento de la receta, reduje bastante la cantidad de levadura para aumentar el tiempo de levado; y en la cobertura añadí una pizca de leche para que quedara un poco más cremosa, como yo la recuerdo. La receta quedó así (doblar las cantidades si se quieren hacer más):
-250 g. de harina de fuerza
-75 g. de azúcar
-50 g. de mantequilla
-1 huevo
-leche templada, aproximadamente 75 ml (depende de la harina, puede ser más)
-6 g. de levadura fresca
Para la cobertura:
-1 huevo
-una pizca de leche (unas 3 cucharadas)
-60 g. de coco rallado (aproximadamente)
-2 cucharadas de azúcar + azúcar en polvo para adornar
Se hace la masa, incorporando la mantequilla la final para que se desarrolle bien el gluten. La leche se añade poco a poco, para ajustar la consistencia de la masa en función de la harina empleada. Una vez doblado el tamaño de la masa se divide en 6 bolas y se dejan doblar de nuevo. Antes de meter en el horno se pincelan con huevo batido, y el resto del huevo se mezcla con la leche, el coco y el azúcar para formar una pasta cremosa que se pone encima de los bollos. Se hornean aproximadamente 30 minutos a unos 200º-220º, o hasta que estén dorados. Se dejan enfriar y se rocían con azúcar en polvo.
