Hola.
Por si pudiera ayudar o interesar a alguien, aquí pongo cuatro apuntes de como hicimos nuestro horno de leña.
Pongo primero las fotos, y después algun comentario que pudiera ser interesante por si alguien está pensando en construirse un horno.
La información que nosotros encontramos en la red, nos fue muy bien, por eso quería devolver la ayuda que nosotros tuvimos de la gente que anteriormente había publicado información.
Bueno, estas son las fotos.
Lo hicimos hace 5 o 6 meses, con lo que igual hay detalles que no recuerdo.
Tardamos dos dias (en hacer el horno), a parte de hacer la base y los últimos detalles que no salen en las fotografías... pero bueno, nada importante... el último rebozado, mano de pintura, etc.
Ninguno es experto paleta... bueno, mi suegro que es quien se dio la mayoría de curro, era el más apañado, pero para nada es experto en construcción... con lo que si nosotros pudimos, cualqueira puede.
Seguro que el horno se puede hacer mil veces mejor, más optimizado, más bonito, etc... pero buscamos el punto justo de mínimo esfuerzo, máximo rendimiento.
Este sistema fue bien, y no con demasiado trabajo.
Ya he horneado un montón de veces, y ya le he cojido el tranquillo.
Basicamente lo necesitaba por que pertenezco a una asociación de consumo, y una vez por semana voy a vender pan... con lo que anteriormente lo estaba haciendo en el horno eléctrico de casa, pero me encontraba hornenado 15 panes cada jueves, y me ocupaba todo el dia... a parte del consumo eléctrico que esto representa.
Ahora puedo hornear 15 o 16 panes en dos horas.
Como veis en las fotos, pusimos en la base dos pisos de ladríllos refractarios.
Utilizamos ladrillos de los de 5 cm de ancho. Encontrareis de 2, de 3, de 4 y de 5 (como medidas estandar). Decidimos cojer los más anchos, por tener mejor rendimiento y aguantar más rato el calor.
Utilizamos sobre unos 200 ladrillos creo. Y aprovecho para decir que todo nos costó sobre los 500 euros... más o menos (ladrillos refractarios y los normales para la base, mortero refractario, lana de roca, pintura, termometro, pala para meter y sacar el pan, etc.)
Para hacer la cúpula, cortamos los ladrillos por la mitad, y fuimos recubriendo la estructura de madera que nos servía de guia.
Decidimos cortarlos por la mitad, por que si no, eran demasiado grandes. Para cortarlos, fue muy sencillo... los pasabamos por agua, marcabamos con la radial por la mitad, y los partíamos de un golpe con martillo y escarpa.
Despues de la base, hicimos el arco donde iría la puerta.
Una vez tuvimos el arco, empezamos a levantar la cúpula. El interior de esta, es de 90 centímetros. Para que tengais una referencía, en estos 90 cm, me caben 8 hogazas de kilo.
Pusimos mucha atención en... no se como se dice en castellano... la clau de volta. Es la parte superior del arco donde va la puerta, y en la parte superior de la cúpula... ya que sobre esto descansa todo el peso y estabilidad de la cúpula.
En este caso, la clau de volta de la cúpula, estaba formada por tres ladrillos cortados y tallados a medida para que encajaran a la perfección en la parte superior de la cupula. Creo que al final acavamos haciendo un octoedro, ya que estaban talladas 8 caras para que tubieran un buen encaje. Con esto si que recuerdo que nos tiramos un buen rato... metiendo, sacando, midiendo, cortando, y volver a provar hasta que estubieron todas las caras perfectas.
Y en uno de los ladrillos de la cúpula, le hicimos un agujero donde al final insertamos el termómetro.
El termometro es de muchísima ayuda para los que como yo, no tenemos experiencía en hornos de leña... si no, nunca sabes exactamente a que temperatura estas.
Una vez ya tuvimos la cúpula cerrada, lechada de mortero refractario, capa de lana de roca, maya, otra lechada de refractario, y pintura.
Como mejor aislado esté el conjunto, mejor rendimiento del horno.
Una vez ya construido, dejamos que madurara durante unas semanas.
Dejamos que se secara, y despues, poco a poco, fui haciendo fuego suave para que se fuera secando bien y lentamente.
La primera vez que lo encendí en serio, le di demasiada tralla, y le salio alguna grieta finita y pequeña en la parte exterior de la cúpula, pero sin importancia. Es normal, todo se va asentando. Se debía rajar un poco la última capa de lechada refractaria y la pintura que lo recubre... pero bueno, sin más.
Ahora ya llevo un tiempo trabajando semanalmente con él.
Para calentarlo hago fuego durante una hora y media, o dos horas. La primera prueva que hice con pan, lo dejé calentar solo como media hora o así, y como vi que ya había llegado a los 220 grados que necesitaba, quite las brasas y hornee.... salio crudo y tuve que acavar en el horno eléctrico. El problema es que si se calienta poco, los ladrillos solo cojen calor a un nivel muy superficial, y despues la temperatura cae muy rápido... però bueno... para eso estan las pruevas.
Hay que calentarlo bien y durante rato para que despues la temperatura se mantenga y no disminuya excesivamente.
De esta forma puedo hornear dos veces... la primera meto los panes a unos 250 grados y se estan unos 50 minutos.
La segunda horneada, ya ha bajado la temperatura a unos 200 o 190 grados. En esta el pan sale más blanquito, y lo tengo sobre la hora y cuarto.
Para calentarlo, recordar que la brasa no caliente... lo que calienta es la llama.
No poner de inicio mucha chicha de golpe, ya que la temperatura subiría excesivamente rápido, y no es bueno para el material. Calentarlo necesita su tiempo.
La madera tampoco tiene que ser muy gruesa... quiero decir... que esto no es ni una estufa de leña, ni una chimenea. Va mejor hacer el fuego con madera de poco diametro... e ir alimentandolo a mendo.
Estoy contento con el horno. Sobretodo por que Fecsa Endesa ya no ve ni un puto duro. Perdón por la experesión y la grosería... pero que les den.
Despues, por que limpio el bosque de leña seca... por que puedo hornear 8 panes del tirón... y por que el pan sale algo más bueno y sube mejor. Pero no nos engañemos... el pan coje el buen sabor si está hecho con masa madre, con buena harina, buen amasado, y teniendo el tiempo suficiente en sus dos fermentaciones. No coje su sabor durante el horneado. Este le da un buen acavado, pero ni mucho menos es lo más importante.
Pues creo que ya está... Podría haber quedado mejor, ser mucho más profesional, más optimizado... pero este es el que tenemos, y el que enseño. Para lo que lo necesitamos, vamos que nos las pelamos. Y si digo la verdad, si tuviera que volver a hacerlo, lo haría igual. Solo espero que pueda servir de ayuda a todo aquel que quiera hacerse un horno de leña él mismo.
Saludos.