Hola.
Os dejo esta receta de 'Pan de molde' que sale muy bien y está muy bueno.
Lo podéis hacer a 'maneta limpia' o con robotino tipo Thermomix o similar.
Yo lo hago con mi Thermomix 3300, que tiene más de 30 añitos y sale muy bien.
Espero que os guste.

- _450.jpg (156.96 KiB) Visto 15672 veces
INGREDIENTES
-----------------
Para elaborar el prefermento
• Agua, 50 g
• Levadura fresca prensada, 10 g
• Azúcar, media cucharadita
• Harina de fuerza, 65 g
Para elaborar la masa de pan de molde
• El prefermento del apartado anterior
• Agua, 125 g
• Azúcar, media cucharadita
• Aceite de oliva virgen extra, 20 g
• Sal, media cucharadita
• Harina de fuerza, 250 g
• Aceite de oliva, para engrasar el molde y pincelar la masa
• Semillas de sésamo o amapola, para espolvorear
PREPARACIÓN
----------------
Ponemos en el vaso todos los ingredientes del prefermento: el agua, la levadura fresca prensada, el azúcar y la harina de fuerza. Mezclamos programando 30 seg/velocidad 4. Dejamos reposar la mezcla dentro del vaso durante 30 minutos o hasta que doble su volumen. Este tiempo de espera es muy relativo porque depende mucho de la temperatura del lugar donde estemos cocinando, de todas formas es mejor dejarlo más tiempo que quedarnos cortos.
Añadimos al vaso, sobre el prefermento, todos los ingredientes de la masa de pan: el agua, el azúcar, el aceite de oliva virgen extra, la sal y la harina de fuerza. Amasamos el conjunto programando 2 min/vel espiga (al 3).
Dejamos reposar de nuevo la masa en el vaso sin el cubilete y tapado con un paño hasta que doble su volumen. Tardará aproximadamente 30 minutos. Si necesitamos el robot para otra cosa, podemos dejar reposar la masa en un molde engrasado con aceite y tapado con un trapo o film transparente.
Mientras, engrasamos el molde tipo cake alargado con aceite de oliva o mantequilla. En esta ocasión, para asegurarme un desmoldado sin sorpresas, ya que es la primera vez que utilizo este molde, he puesto una tira de papel de horno a lo largo. Si sabes que el tuyo desmolda bien no hace falta que se la pongas.
Después de doblar su volumen, la masa resultante es algo pegajosa pero se elimina fácilmente de las manos, así que normalmente no es necesario añadir nada de harina sobre la encimera para amasarla y desgasificarla. Como todas las harinas no reaccionan igual, si te ha quedado la masa demasiado pegajosa espolvorea la encimera y la masa con un poco de harina hasta que sea manejable, pero sin pasarte.
Hacemos una bola con la masa y con el rodillo le damos una forma alargada del tamaño del molde. Colocamos la masa dentro del molde y la extendemos con las manos para que llegue bien a todos los rincones.
Debemos dejar levar la masa de nuevo hasta que doble su volumen; tardará alrededor de una hora. Tapamos el molde con un paño y lo dejamos en un sitio cálido y sin corrientes; yo lo he metido en el horno apagado.
Una vez levada la masa, pintamos la superficie con aceite o leche, muy suavemente. Si quieres que quede más doradito puedes pintarla con huevo batido. Opcionalmente podemos espolvorear la superficie con semillas de sésamo o amapola.
Precalentamos el horno 240ºC calor arriba y abajo.
Introducimos el molde en el horno precalentado y horneamos durante 5 minutos a 240ºC, calor arriba y abajo. Seguidamente bajamos la temperatura a 200ºC, y continuamos horneando durante 20 ó 25 minutos más, hasta que se dore la superficie del pan. Si se dora antes de este tiempo, tapa el pan con papel de aluminio y continua horneando.
Los tiempos de cocción pueden variar en función del horno, podemos comprobar si el pan está cocido pinchándolo con un palo de brocheta.
Cuando el pan esté cocido, lo sacamos del horno y lo dejamos atemperar, y en cuanto sea manejable lo desmoldamos sobre una rejilla, para evitar que se humedezca dentro del molde. Si queremos que la corteza nos quede blanda deberemos envolverlo en un trapo de cocina limpio mientras se enfría.
Dejamos enfriar completamente antes de consumir.
Una vez se ha enfriado completamente el pan de molde, lo cortamos en rebanadas con un cuchillo bien afilado.
Y ya podemos saborear nuestro esponjoso y delicioso pan de molde casero como más nos apetezca: como acompañamiento de nuestra comida, o para desayunar o merendar en versión dulce, con mantequilla y mermelada o miel, o en versión salada, con tomate rallado, jamón y aove.
Lo podemos conservar en un recipiente hermético o en una bolsa de plástico en el frigorífico.