Yo siempre he vivido en Madrid, y en mi barrio habia una panaderia donde hacian ellos el pan y estaba bastante bien, desde la tienda veías el obrador por una ventanita, pero cerraron hace unos años. Pero todos los veranos de mi infancia los he pasado en el pueblo de mi madre "La Matilla" en Segovia, es un pueblo muy pequeño y no hay tiendas, así que van furgonetas vendiendo la fruta, el pescado o el pan. Cuando era yo pequeña, hablamos de los ochenta, iban dos panaderos de dos pueblos distintos, ahora sólo queda uno. Mi abuela le compraba siempre al que venía de Pradena. Tengo la imagen grabada de ese hombre abriendo la puerta de atrás de la furgoneta y ver los cestos con el pan y sobre todo el olor, un olor dulce y de pan. Recuerdo el panete, que era una hogaza de candeal, las barras que eran recias, un poco secas, que aguantaban perfectas de un día para el otro. También traían magdalenas, buenisimas, y una cosa que llamaban Pan Bollo, que era un tipo torta de masa como un brioche, más tosco, muy amarillo por dentro y con anises. Que lo mojaba en el colacao y se lo chupaba entero.
Eso que yo recuerde y haya visto, sé, porque mi abuela me lo ha contado, que cuando ella era oequeña( nació en 1925) habia un horno donde cocia todo el pueblo, cada uno tenía asignado un día a la semana, hacían hogazas grandes que tenian que durar la semana entera, el fermento que usaban era una porción de la masa de la que había hecho pan el día anterior, lo llamaban recentadura. Se lo iban pasando de vecina en vecina. Cuando había un cumpleaños mi bisabuela hacia magdalenas, que según mi abuela la salían muy biemy cuando hacían matanza hacian un pan que yo no he visto nunca ,pero que estoy decidida a recuperar que dice mi abuela que era plano y alargado y dentro de la masa llevaba chicharrones fritos, después de sacarla del horno la sobaban con aceite y la echaban azúcar, parecida a la torta de chicharrones ,pero de masa de pan. Otra cosa que siempre me ha parecido curiosa es que a finales de la primavera los mozos limpiaban las calles y caminos del pueblo y como pago las madres de cada moza casadera les tenian que hacer seis rosquillas y tambien solian darles una propina, así que después de la tarea se iban de casa en casa a por las rosquillas y luego se iban a la taberna y se las merendaban con vino. Esa receta si la tengo de mi abuela y casi todos los veranos la hacemos, para tener algo que ofrecer si viene alguien a casa, dice ella y porque con esa escusa nos pasamos una tarde estupenda. Perdonarme que me ha quedado un poco largo.
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