pues ya era hora de que hiciera Stollen de nuevo. No recordaba lo... ¿infernal? de su amasado. Entre su bajísima hidratación y luego el circo habitual al añadir la mantequilla, pues fueron tres horas de amasado. Nada intenso y con largos reposos, que mis brazos de rana Gustavo dan para lo justo y poco más

... y ya abierto... Saludos,
Jose