Como ya he empezado a encender el horno otra vez ha caído una bica blanca de Laza, pero no ha sido por pecar, que dice Izaskun (yo soy una santa con mi aureola y todo), sino porque tenía unas claras solitarias por ahí y como no me gusta tirar nada me he visto obligada a hacer algo con ellas.
Es una especie de bizcocho gallego que no lleva levadura. La receta está tomada de mi gallega favorita,
Uno de dos, adaptándola para 6 claras. Dejo los detalles en el
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Ingredientes:
- 6 claras de huevo.
250 ml. de nata de montar (mínimo 35% de materia grasa).
260 gramos de azúcar.
250 gramos de harina.
Sal.
Azúcar y canela molida (opcional) para cubrir la bica.
Se baten las claras a punto de nieve y se añade el azúcar en tres veces hasta que esté muy firme (vamos, un merengue de toda la vida). Se añade la harina tamizada y se mezcla con cuidado. Luego se añade la nata que habremos montado previamente y se mezcla.
Se hornea en una lata metálica (que ha sido sustituida por una fuente rectangular de pyrex) en la que se forma un molde de papel como si fuera un sobao.
Se espolvorea con azúcar y canela y 45 minutos al horno a 180, los 10 primeros con calor sólo abajo.
Se presenta con su molde de papel.
En las fotos da la sensación de que es muy mazizo (en todas las que he visto), pero aunque es más denso que un bizcocho normal no es un mazacote, simplemente la esponjosidad es distinta. Cuando puse la masa apenas llegaba a la mitad de la fuente y al sacarlo del horno llegaba al borde, así que aire tiene en condiciones.
