
Sigo con mis intentos de hacer una broa de milho en condiciones: esta vez con un porcentaje importante de harina de maíz (portuguesa, de la marca Espiga), trigo y un poco de centeno. Levada con un prefermento viejo (un resto de otra masa que estuvo un par de días en la nevera) y con una única fermentación. Esta vez no escaldé, aunque se supone que es necesario pero precisamente yo he conseguido mejores resultados sin el escaldado... no sé por qué.
La mayor diferencia esta vez fue el formado, lo hice como se supone que se hacía antes, dando forma a la masa con un recipiente redondo bien enharinado (como yo no tengo "escudela" usé un banetón redondo). Se puede ver un ejemplo aquí. Por lo que he visto, eso es lo que de alguna manera hace que luego la corteza se abra de esa manera, o al menos ésta es la vez que mejor me ha salido a mí:
Es un pan que se deshace mucho al cortarlo, es bastante secote: las migas que se han ido cayendo las voy guardando en un frasco, son estupendas para tostarlas y ponerlas en una sopa, o para hacer capas crujientes en gratinados... muy ricas: