Pues lo del microondas no lo había pensado nunca (siempre uso el calor residual del horno), pero la verdad es que parece una idea fantástica. Con unos segundos tiene pinta de que "fríes" a cualquier infeliz que pueble los intersticios y los recovecos llenos de harina. ¡Carguen, apunte, fuego a discreción! En Barcelona recuerdo que en verano, por una cosa y por otra, alguna harina siempre se ponía mala: ya sea porque se ponía rancia, ya sea porque venían bichitos. En Bilbao no hay tanto problema de temperatura, pero las polillitas esas están a la orden del día. Mardito roedores. Yo lo tengo todo metido en unos
contenedores plásticos de la marca Araven (los venden, por ejemplo, en el Makro). En el "pequeño" (de los que uso) cabe perfecto un saco de 5 kg de Rincón del Segura (mide unos 32x27x15 o así; medido a ojo). Son fantásticos. Tengo de varios tamaños.
En la foto de arriba se ve el "pequeño" en alto, en ese modelo "bajo" es donde entra un saco "niquelao". También se ve el "grande" que uso para llevar harina. El grande lo uso también para mezclar la masa en los talleres; se pueden mezclar 8 kg de masa con total comodidad (más kilos ya forzando un poco el contenedor). Estoy enamorado de estas cajitas. Se apilan fenomenal en cualuquier rincón o armario. Y si una harina en una se pone mala, no contamina a las otras cajitas. Esto es fundamental para almacenar harinas, que cada una esté bien cerrada. (Vaya, esta es "mi verdad"; cada uno tiene la suya

)