La semana pasada hice un pan de masa madre sin retardar: 90 gramos de MM al 50% para un pan con un total de 600 gramos de harina y 80% de hidratación. A pesar de la poca cantidad de fermento, los tiempos fueron demasiado cortos... creo que en total fueron 4 horas y media. Resultado: un pan sin apenas sabor y que a los dos días empezaba a endurecerse. Vaya, que parecía un pan hecho con bien de levadura comercial
Este fin de semana probé una técnica para conseguir panes más ácidos. Lo leí de pasada en el . Consiste en añadir dos masas madres: una se deja sobrefermentar (por no decir ultrafermentar) varios días (en mi caso, dos), para que aporte acidez. La otra se añade muy muy joven, para que aporte levadura. En mi caso, la receta fue:
Cantidades totales:
100% (600 gramos) de harina (mayoritariamente blanca, con un pequeño porcentaje de integral para dar sabor).
70% (420 gramos) de agua.
1.5% (9 gramos) de sal.
Ingredientes:
30% (180 gramos) de masa madre al 50%, dejada dos días a temperatura ambiente (de 25 grados para arriba).
15% (90 gramos) de masa madre al 50% muy joven (hora y media desde el último refresco).
55% (330 gramos) de agua.
70% (420 gramos) de harina
1.5% (9 gramos) de sal.
Los tiempos de fermentación fueron otra vez muy cortos, pero ahora el pan sí tenía sabor. Lo hice el viernes y continúa tierno. Vaya, que creo que es un buen método para luchar contra los calores. La acidez no es muy pronunciada (al fin y al cabo, todas las fermentaciones han sido a temperaturas altas, y solo una pequeña cantidad de harina se ha dejado más tiempo de la cuenta). Se puede cambiar la cantidad y el tiempo de fermentación de la primera masa madre para ajustar la acidez que se desee, sabiendo que el sabor y la conservación dependen de ello.