Bueno, mi paso al primer pan "de verdad" está siendo bastante accidentado... El pan en cuestión es el
pan de nueces de Dan Lepard. Primero hice el prefermento (cambiando la receta original, que va con masa madre, siguiendo las reglas que leí en el foro), luego calculé la mitad de las cantidades respetando el porcentaje del panadero (según leí también por aquí), después hice la crema de nueces, pero de la crema hice la cantidad completa, porque la mitad era muy poca y la batidora no me iba a batir tan poca cantidad. Llegados a este punto, la receta que yo tenía en mis apuntes ya se parecía bastante poco a la de Dan Lepard, pero bueno.
Al día siguiente tocaba hacer pan (eso fue ayer) pero llegué del trabajo tardísimo y decidí dejarlo para hoy, esperando que el prefermento no cobrara vida y conciencia de sí mismo y saliera de la nevera de madrugada.
Hoy también llego del trabajo muy tarde, pero pienso en el pobre prefermento ahí, muerto de frío, y me digo de hoy no pasa. ¡Manos a la obra!.
Pues nada más empezar, la cagamos: Veo (por octava vez) el vídeo en el que Ibán hace el pan de centeno, me fijo en cómo mezcla los ingredientes, cómo amasa, cómo incorpora las nueces... Ya me lo sé, allá voy. Y zas, sin darme cuenta pongo la mitad de cantidades de la receta con TODA la crema de nueces. Aquello no se parece en nada a una masa de pan. Yo venga a darle vueltas, y nada. De repente, caigo. Ooooh, no. Bueno, no pasa nada. Separo la mitad de mi masa, media la meto en el congelador, a la otra mitad le añado más harina y más agua (calculando otra vez con el porcentaje de panadero, bueno, más o menos, que yo soy de letras). Esta masa ya tiene mejor pinta. Ahora viene cuando Ibán la deja reposar una hora. Miro mi receta... ¡Hay que dejarla reposar 5 horas!
Ea, a la nevera otra vez . Mañana será otro día
