Este creo que es el Etxeko. Yo también lo he probado (y también lo he probado "viejo").
No sé si tendrá algo que ver el PanSano que has comprado tú en San Sebastián con el PanSano que me trajeron a mí de Bilbao. De hecho, no sé si tendrán que ver los que se venden en las demás (distintas) panaderías "adheridas" al proyecto. No sé si lo hacen todo en el mismo obrador (que luego reparten por Álava/Guipúzcoa/Vizcaya).
Sobre el pan, creo que suscribo todas tus apreciaciones. Personalmente, he probado barras peores (sin ir más lejos, de alguna de las panaderías que ahora venden el PanSano); el pan tenía algo de regusto ácido, conservaba la esponjosidad; eso sí, no destacaba en absoluto en aromas de pan ni por su sabor. Vaya, era una barra.
El Etxeko (etxeko significa "de casa") lo hacen con una mezcla de harinas en que garantizan un 55% de trigo alavés, de ahí la reivindicación tradicional/casera (como nota curiosa, tiene guasa que se llame "etxeko" a un pan que es una barra, pero eso es otra historia).
Personalmente, a 6 €/kg de pan, me parece un pan flojo (por no decir otra cosa), hecho en cadena, en carro, imagino que formado a máquina y no en horno de solera. Pero como negocio y operación de marketing, pues algo de magnitud considerable. No hay más que mirar la web, hecha con fotos de stock/agencia, en las que
se puede leer "Bakery" detrás de una soriente dependienta rubia; o "pain de seigle"
detrás de amables dependientes franceses... todo ello mientras intentan vender "lo de aquí" (¿De verdad costaba tanto hacer unas fotos de unos sonrientes panaderos vascos?). Al hilo de esto, no deja de parecerme gracioso que en la propia etiqueta ponga "Más que pan - Ogia, hemengoa" (la traducción del euskera curiosamente no es lo que dice en castellano, sino es "Pan, el de aquí").
Sin ir más lejos,
en la propia web te cuentan (párrafos central/inferior) las disquisiciones y cuitas que les han llevado a crear estos panes; han identificado unas necesidades básicas en los consumidores (sano/saludable, que sea "de aquí/hemengoa") y han ido a por ello. Como estrategia de marketing, pues a mí me parece un poco infantil (vaya, que se huele desde lejos), pero imagino que en una escuela de marketing luego la estudiarán como un caso de éxito. Lo de poner una etiqueta numerada a un pan, como si fuera la botella etiquetada y numerada de un consejo regulador de una denominación de origen, pues no deja de ser un argumento de venta, para seducir al comprador con la idea de artesano/exclusivo.
Se han juntado con un instituto de tecnología alimentaria que les hace salir en las noticias
con vídeos como este, y a vivir. No sé, a mí como pan no me pareció gran cosa (y menos a 6€/kg), ya digo que es mi opinión (sólo tengo una, ni mejor ni peor); sobre lo otro, pues también habrá opiniones para todos los gustos. Personalmente opino que este no es el camino. Pero lo bonito digo yo que es la diversidad de opiniones.