Miolo, malo, malo, seguro sabías que iba a hacer una pifia y has abierto el hilo.
Pues bien aquí está mi faena.
Toda la vida he hecho mis empanadas sin levadura, masa madre ni cualquier otro elemento leudante y nunca he tenido problemas al extender la masa.
Cuando empecé con esta historia del pan me planteé si era posible mejorar la masa con el empleo de la levadura siguiendo alguna receta supuestamente fiable. Las dos ocasiones en que lo hice fueron un fracaso estrepitoso precisamente al tratar de extender la masa.
Hoy, después de leer y releer la empanada de pulpo de Carmen (MTM) me he puesto a la labor:
400 gr harina panificable, 160 gr mm, 8 gr sal, 200 gr agua
Después del amasado y fermentación tenía un aspecto prometedor, sedoso y manejable sin adherencias.
Añado el huevo un poco de azúcar y aceite del relleno, amaso con un poco más de harina y espero los quince minutos de rigor.
Divido en dos y empiezo a estirar… ni hablar se pega por todos lados; bueno que no cunda el pánico, esto lo arreglo yo. Papel de hornear al canto y encima la masa y a darle con el rodillo, misión imposible se agarra al rodillo enharinado. No hay que amilanarse, coloco encima otro papel y venga con el rodillo. Perfecto, ya lo tengo de la medida adecuada. Trato de sacar el papel que cubría el emplasto y que si quieres. La masa pegada a los papeles como si fuera chicle. Por supuesto la reacción inmediata que me pedía el cuerpo ha sido mandarlo todo el carajo, pero había un pulpo troceado en el relleno de por medio.
Con la rasqueta he despegado de ambos papeles la masa que he podido le doy un par de vueltas con un poco de aceite nuevo papel y a la bandeja; allí y a mano he extendido más mal que bien como he podido la masa. Relleno encima y faltaba la segunda parte. Con un poco de aceite trato de estirarla a mano como si fuera a hacer un pliegue y bien, pero al levantarla se rompe y arruga por todas partes. La lanzo sobre el relleno y voy estirando con los dedos tratando de cubrir la superficie, pero quedan grandes zonas al descubierto.
Amaso un poco de harina, la estiro, corto en pedazos y recordando algún conocimiento de primeros auxilios me dedico a vendar al moribundo. Aquí la prueba
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Pienso presentarla como “oferta funeraria encontrada en la cámara mortuoria de Keops”
A ver si cuela