Es la primera vez que me decidía a hacerlos y no tenía ninguna receta. Me puse a buscar por internet y bien se elaboran con manteca de cerdo o con aceite de oliva frito. Lo cierto es que ninguna de las dos opciones me entusiasmaba porque si opto siempre por aceite de oliva virgen extra es principalmente por el sabor pero también para evitar grasas saturadas pero al freir el aceite se echan a perder todas sus magníficas propiedades nutritivas y antioxidantes. Como parece que la razón para freir el aceite es simplemente potenciar el sabor de la ralladura de naranja o limón, la solución era fácil: usar mi aceite aromatizado a los tres cítricos. También decidí reducir levemente la cantidad de azúcar porque creo que es la manera de potenciar los sabores.
Y esta es la receta de
ROSCOS DE VINO A MI MANERA
Ingredientes:
500 gr harina de trigo
20 gr ajonjolí crudo
100 gr azúcar
5 gr canela molida
200 gr aceite de oliva virgen extra aromatizado con naranja, mandarina y limón
125 gr vino dulce Moscatel
15 gr anís dulce
azúcar glas para decorar
Preparación:
Poner en una fuente de horno la harina y secar sin llegar a tostar a 150º 30 minutos.
Poner en una fuente de horno el ajonjolí y tostar ligeramente a 150º 45 minutos.
Mezclar y dejar enfriar.
Mezclar la harina con el ajonjolí, el azúcar y la canela. Añadir poco a poco el aceite y amasar. Seguir amasando añadiendo poco a poco el vino y el anís hasta conseguir una masa homogénea.
Formar una bola y guardar tapada en el frigorífico 5 minutos.
Con la ayuda de un rodillo extender la masa hasta tener un grosor de 1,5 cm.
Con la ayuda de cortapastas hacer los roscos y sus correspondientes agujeros. Lo de los tamaños va a gustos. Yo como primeriza, acabé usando varias medidas porque no lo tenía muy claro. La mayoría me salieron supergigantones pero creo que cuando los vuelva a hacer me decantaré por 4,5 cm de diámetro exterior y 1,8 cm interior.
Se puede optar por hornear los agujeros o aprovecharlos para extender más masa y hacer más roscos.
Hornear sobre la rejilla a media altura a 180º 20 minutos.
Reposar 10 minutos, rebozar en azúcar glas y dejar enfriar sobre una rejilla.
Una vez fríos se pueden guardar tal cual en una caja metálica. O envolverlos individualmente en papel de seda de la manera tradicional. Todos los roscos eran para regalar a la familia. Y todos tan contentos

Para casa quedaron los agujeros y así tal cuál sin azúcar glas.... literalmente desaparecieron
