Hola a todos,
yo vengo con una buena noticia y una pequeñas historia.
La buena noticia es que, después de muuuuuuuchos intentos por hacer un pan de centeno 100% por fin lo he conseguido (las fotos lo demuestran

).

- 1891166_10201629009553253_1290735684_n.jpg (72.85 KiB) Visto 3762 veces

- 1911996_10201629011633305_1745891462_n.jpg (66.55 KiB) Visto 3762 veces
(Aquí el starch attack)

- IMG_2689.jpg (70.37 KiB) Visto 3762 veces
La pequeña historia comenzó allá por navidad y desde entonces ya llevaba más de cinco panes de centeno con starch attack y sin entender qué es lo que podía pasar. Que la masa madre no estuviera en condiciones era una opción. Pero, me resultaba difícil de creer que no hubiera sido capaz de preparar la masa madre de centeno en tantas ocasiones. Algo no cuadraba.
En esta tesitura y aunque parece que no viene a cuento, nos dimos cuenta de que en el canapé donde guardábamos el grano había humedad. Mala suerte. Abrimos los dos sacos de centeno en grano y habían cogido olor (no a humedad) pero sí un olor que el grano seco y sin humedad, no tenía. Confirmamos la existencia de humedad con esas cajas que tienen una sustancia deshumidificadora y vimos que había bastante agüita.
Total que empecé a pensar que, las alfa-amilasas de mi centeno habían empezado a hacer de las suyas. He seguido la pista a mis masas madres, no se acidificaban como antes y quedaban como más líquidas. Mis intentos de utilizarla acabaron en fracasos tal y como os he comentado más arriba. Puede que no sean exactamente las alfa-amilasas pero no sé qué otra cosa ha podido ser.
¿Y cuál ha sido la solución?
He hecho dos cosas.
Utilizar harina blanca de centeno (del Rincón del Segura) que no ha estado guardada en el canapé para mezclar con mi masa madre de centeno integral
"alfa-amilásico" y añadir 5 g de vinagre de manzana (por cada 500 g de harina) a la masa para acidificarla e intentar mantener a las alfa-amilasas a raya. Y ha funcionado, lo cual me alegra enormemente ya que, pensaba que no iba a poder disfrutar de un pan 100% centeno (y aún me quedan unos 7 kilos de grano).
Ya podéis perdonar el testamento
