Panadero de toda la vida. Que con 14 años ya trabajaba en un obrador descargando sacos de harina, pobre. Duros tiempos los que le tocó vivir en la posguerra, tuvo que sacarse las castañas del fuego desde pequeñín porque era huérfano, pero que recuerda todo con cariño. Y nunca cambió las harinas por ningún otro trabajo, incluso menos duro y mejor pagado, pero a él le gusta hacer pan.
Y por eso , ahora a pesar de llevar 15 años jubilado y con 74 años de y de sus achaques de salud serios, pues tiene que matar el gusanillo, el cuerpo le pide seguir amasando, y por eso todos los sábados se va al obrador de un amigo a echar una mano. Se levanta de madrugada y llega para abrir el negocio, antes que los obreros incluso. Pero va feliz. NOsotros le decimos que lo deje, que ya no tiene edad para esos trotes, pero su respuesta es: el día que me muera ya descansaré, hija. Y ahí sigue al pie del cañón.
Y los domingos por la mañana llega a casa cargado con pan ( lo hace especial para él con masa vieja), empanadas, harina... Esto es una muestra de lo de hoy: empanada de carne, empanada de bacalao con pasas que ya está en el congelador, el pan ( de largo tenía el tamaño de dos botellas de agua), curasanes.... Esta es la empanada de carne, ya catada en la comida de hoy La empanada de bacalao con pasas, muy típica en Galicia:
Y su pan especial, que la mayor parte ya está en rebanadas en el congelador para el consumo de la semana: Pues eso,para toda esa gente aficionada al pan, sea por profesión o por puro placer como la mayoría que estamos aquí, seguid así con las manos en las masas.
