Aquí estoy de vuelta. Ayer me animé e hice raviolis. El sábado compré el cacharrito (no se como se llama) para hacer los cuadrados y ayer lo puse aprueba. La masa es algo que tengo que volver a intentar porque la mezcla que hice mitad harina recia mitad semolina no me convenció del todo.
Puse 100 de harina recia y 100 de semolina, dos huevos, un pelín de sal y un pelín de aceite. Amasé un poco y dejé reposar. Es cierto que con el reposo la masa se vuelve mucho más manejable. Con ayuda de harina y el rodillo fui alisando la masa lo más fina que pude y luego cortando los cuadraditos. La rellené de espinacas que había rehogado previamente con ajito y un poquito de nata y queso parmesano rallado. Para unir los cuadraditos fui pasando el dedo con un poquito de agua por los bordes (se me ocurrió en el momento) y luego fui pegando los cuadraditos. Los raviolis estuvieron secándose un tiempo ya que estuve haciendo varias cosas a la vez.
Luego los cocí en agua, sal y poquito de aceite para evitar que se me pegaran. Tuve miedo de que se me abrieran y se saliera el relleno pero la verdad es que la pasta salió bien. En unos 4 minutos estuvo cocida. Aquí fue donde la textura de la mezcla de las dos harinas no me convenció mucho aunque la pasta la verdad es que estaba buena. La tomé con una salsa de nata como vereis en la foto.
Salieron bastantes raviolis aunque en la foto no están porque pasó mi padre por mi casa y le dí los que tenía hechos. Con los recortes que sobraron (y porque ya no tenía más relleno) hice unos tallarines bien rústicos que los tengo para hoy.
Os dejo por aquí las fotos de la pasta antes y después.
Pumuki, de momento no puede entrar la maquina de pasta en mi cocina. No te digo lo que me ha costado encontrarle un hueco al baneton que compré la semana pasada. No me queda otra que seguir con el rodillo... En fin supongo que por lo menos el ejercicio extra no me vendrá mal del todo
