Este pan tan hermoso - aún hay que abrirlo....

85 gr. harina integral de centeno
115 gr. harina blanca de centeno
90 ml. zumo de naranja
260 ml agua
300 gr. harina panadera
10 gr. malta clara
8 gr. de sal
3 gr. levadura fresca
250 gr. masa vieja (40% centeno integral, 60% blanca de trigo y 65% hidratación)
Hice una autolisis de todo el centeno -integral y blanco- con el zumo de naranaja y la mitad del agua, durante media hora.
Luego añadí la harina de trigo, la malta, la masa vieja troceada, la sal y la levadura fresca disuelta en agua. Añadí el agua restante y amasé 3 veces: 3 minutos cada vez con descansos de 15 minutos entre amasados.
Dejé fermentar 2 horas con un doblado y formado intermedio. Desgasifiqué. Dejé reposar 10 minutos y formé en Boule, dándole toda la tensión que pude al pan. Leudé en baneton de pasta de madera durante 90 minutos.
Horneé a 230º durante media hora, sobre piedra y con vapor. Bajé el horno a 200º y horné otros 25 minutos. Y salió así de bonito. Sólo queda hincarle el diente, porque lo saqué del horno a media noche y nadie, nadie, lo pellizcó. La verdad es que estaban todos ya dormidos, menos yo.
Tiene una corteza dura y crujiente aún (10 horas depués). La foto de la miga cuando lo partamos, ¿vale?