soy Circe, los ladrillos que utilizo son de 1,5 cm.
Una de las mejoras en los panes la descubrí por casualidad la semana pasada. Resulta que iba justo de tiempo para hornear, pero queria salir a hacer algo de ejercicio. Me fui de casa dejando el horno a 250 ºC para que se precalentara con la rejilla de los ladrillos en la parte mas alta del horno, cerquita de la resistencia superior. Normalmente esto lo hago durante unos 20 minutos, pero ese dia estuvo cerca de 1 hora, con lo que los ladrillos imagina como estaban de calientes. Hornee una baguettes y también "estallaron" en la subida.
La otra es no utilizar papel vegetal, cosa que antes si que hacia, y como en el horno de leña en el que hornee la semana pasada no lo utilizamos ya que allí dentro si que se carboniza, pues ahora también lo hago sin en casa.
Y la ultima es el tema del vapor. Con un papel de aluminio utilizado a modo de tapón, cierro la salida de vapores del horno. Pasados los 20 minutos para sacar el cazo de ceramica del horno, al abrir la puerta salé una cantidad de vapor increible. Puede que el horno pete el dia menos pensado por la humedad, pero es cutre, y si esta es la forma que salgan bien los panes, ningún problema. Esto ya lo hacia antes.
Como he dicho antes, el formado utilizando la técnica de vídeo de las baguettes me encanta, también para formar barras.
Supongo que todo cuenta, y que cada día aprendemos cosas nuevas.
Otra cosa...., os recomiendo que probéis de modificar la temperatura durante el proceso de activación de la masa madre, bueno, yo es donde lo he probado. Por lógica, también se podría hacer en la 1a o 2a fermentación sin ningún problema y con los mismos resultados. Tuve la masa madre de trigo activándose unas 9 horas a unos 15 ºC, y cuando la fui a utilizar vi que estaba algo dormida. Para alegrarla un poco, estuvo unas 3 horas a 28 ºC, y se puso animada, animada. Creo que Ivan, en un pan alemán de tres fermentaciones, hablaba sobre toda la gama de matices de sabores que adquiere la masa final por el hecho de estar a distintas temperaturas durante todo el proceso de fermentación. Se nota, y es una pasada. Tiene toques dulces y ácidos a la vez. Un gusto para el paladar.
Me enrollado un poco ....
Cecilia, esos simits dobles se deben de comer solos, ¿no?. Muy ricos.
Por cierto, la miga del pan.