Entonces me levanto, me dirijo temeroso a ver lo que ha pasado, y me encuentro con "la bomba". ¡Adivinad!
Ayer por la tarde estuve amasando con masa madre, y como siempre suelo hacer, puse la masa en un bol de plástico y lo tapé, para meterlo a la nevera y retardar la fermentación hasta el día siguiente. El detalle fue que se me olvidó meterlo en la nevera y lo dejé sobre la encimera, y por tanto se ha pasado toda la noche fermentando dentro del bol. Al estar el recipiente bien tapado, se ve que los gases se han acumulado dentro hasta que han hecho saltar la tapa, provocando una especie de estallido de la masa que ha salpicado todo lo que ha pillado en un radio de 2 m alrededor del bol.
Dentro del recipiente aún quedaba masa, aplastada como si hubiera estallado una granada dentro. La he recompuesto como he podido, y la he metido en la nevera, porque me daba pena tirar casi Kg y medio de masa a la basura. A ver cómo está esta tarde, y si merece la pena hacer algo con ella, o al final no pierdo tiempo y tengo que deshacerme de ella.
Así que necesitáis la receta para una bomba de relojería, ya sabéis, no hace falta mucho: Un poco de harina, agua, masa madre, y un recipiente con tapa hermética. Se amasa, se mete dentro, y al cabo de unas 8 horas... ¡Booom! No es que provoque muchos daños, pero el que lo tenga que limpiar seguro que se acuerda de vosotros y de toda vuestra familia.



