El jabón es una mezcla de distintas sales alcalinas de ácidos grasos, que se forman mediante la reacción en presencia de agua de una grasa y un álcali. Esta reacción se llama saponificación.
La grasa puede ser cualquiera que se nos ocurra, animal o vegetal. Cada una de ellas dará distintas propiedades al jabón.
El álcali puede ser sosa (hidróxido sódico, NaOH), que nos dará jabón sólido, o potasa (hidróxido potásico, KOH), que nos dará jabón líquido. Yo nunca he hecho jabón líquido y el proceso es más complicado, así que hablaremos sólo del jabón sólido.
El problema se reduce a saber cuánta sosa necesitamos para saponificar totalmente una cierta cantidad de grasa. Este valor depende de la grasa (o mezcla de grasas) usadas. Cada grasa tiene lo que se llama "valor de saponificación" (SAP), que es la cantidad de álcali necesario para saponificar totalmente una grasa determinada. Por ejemplo, el SAP para aceite de oliva y sosa es 0.135, lo que quiere decir que para saponificar 1 Kg de aceite de oliva necesitamos 135 gr de sosa. Hay en internet tablas de valores de saponificación y hasta calculadores de jabones online que funcionan estupendamente.
Superfatting-sobreengrasado
En la práctica se usa un poco menos de la sosa necesaria (o un poco más de la grasa necesaria) por dos motivos:
- - Así queda una pequeña cantidad de grasa en el jabón, lo que lo hace más suave para la piel.
- Tenemos un colchón que nos asegura que aunque el valor SAP no sea exacto (por variabilidad natural de los distintos aceites) no nos va a quedar un jabón con sosa libre, que sería una cosa bastante mala.
El gelificado
La saponificación es una reacción que desprende calor. Una vez vertido el jabón crudo en los moldes pueden pasar dos cosas:
- - El jabón pasa por fase gel: se produce una cantidad de calor suficiente para fundir el jabón, que toma un aspecto oscuro mientras está fundido. Cuando se enfría recupera su aspecto normal.
- El jabón no pasa por fase gel: no se calienta lo suficiente. No cambia de aspecto y simplemente se va enfriando poco a poco.
El jabón no gelificado tiene un aspecto más opaco y un tacto más cremoso. No hay uno mejor que otro, es algo que va con gustos.
Se puede forzar la fase gel usando un molde con una cierta altura, intentando conservar el calor producido (molde de madera gruesa envuelto en trapos) o simplemente meterlo en el horno a 70/80ºC durante una hora y dejarlo dentro hasta el día siguiente para que se enfríe poco a poco.
Se puede evitar la fase gel usando un molde bajo para que pierda calor rápidamente, de material fino (cartón, plástico...) y meterlo en la nevera una vez lleno de jabón. O simplemente sacarlo fuera si hace frío.
El curado
Una vez hecho el jabón se vierte en moldes y se deja hasta que se endurezca y se pueda desmoldar. El tiempo necesario puede ser de unas horas para jabón que haya pasado por fase gel hasta varios días para jabón que no lo haya hecho. Si se deja muuuuucho tiempo será difícil dividir el bloque en pastillas, pero para eso tendrían que pasar semanas.
Una vez dividido en pastillas se deja curar durante un mínimo de un mes (mejor 6 semanas). Durante los 2 o 3 primeros días acaba la saponificación, el resto del tiempo el jabón va perdiendo agua y endureciéndose. Un jabón bien curado hace mejor espuma que uno fresco y es más duro, se reblandece menos con el agua.
La glicerina
La glicerina es un subproducto de la saponificación, o sea que los jabones caseros llevan glicerina. Se nota mucho al usarlos y deja la piel muy hidratada. No penséis que un jabón casero es una especie de jabón Lagarto, muy al contrario, un jabón casero bien hecho es un producto de calidad. Como el pan, vamos

La seguridad
La sosa es un producto peligroso si se usa incorrectamente. Las medidas de seguridad necesarias ya las puso Ibán en la la receta de los Bretzel, pero las repito aquí:
- - Usar siempre guantes, gafas de seguridad y ropa de manga larga
- Echar siempre la sosa en el agua, nunca al revés. En caso contrario aquello podría empezar a chisporrotear.
- Trabajar en un lugar bien ventilado o en el exterior.
- Nada de niños o mascotas correteando por los alrededores.
- El aluminio, lo más lejos posible. Reacciona de muy mala manera con la sosa. El vidrio y el acero inoxidable son perfectamente seguros y no se estropean.
- La sosa se calienta mucho al disolverse en el agua, cuidado. Es preferible usar agua fría para compensar un poco esto.
- El jabón recién hecho (crudo) es igual de cáustico que la sosa, cuidado.
Pongo una receta de un jabón simple para el que quiera probar.
La receta la podéis escalar a vuestra medida. Calculáis el volumen de vuestro molde en cm3 y lo multiplicáis por 0,7. Eso os dará la cantidad de grasas necesaria, en gramos.
Para este ejemplo supondremos que tenemos un molde de 1428 cm3, que multiplicando por 0,7 averiguamos que nos hace falta 1Kg de grasas. Vaya casualidad ¿eh?

500 gr de aceite de oliva (SAP 0.135)
500 gr de manteca de cerdo (SAP 0.141)
Nos hace falta una cantidad de NaOH de 500x0.135 + 500x0.141 = 67.5 + 70.5 = 138 gr
A la cantidad de sosa resultante le aplicamos un descuento del 5%: 138 x 0.95 = 131.4 gr de NaOH
La cantidad de agua estándar es el 35% del peso de las grasas: 1000 x 0.35 = 350 gr de agua
Procedimiento
Nos ponemos nuestra ropa de manga larga, gafas de seguridad y guantes. Comprobamos que los niños no estén saltando por ahí y que los gatos estén encerrados en una habitación.
Sacamos el agua destilada de la nevera y pesamos en un recipiente de vidrio o acero inoxidable 350 gr de agua.
En otro recipiente pesamos 131.4 gr de sosa. Una báscula que pese de gramo en gramo es suficiente, da igual 131 que 132 gramos. Cuidado con las perlas de sosa, que tienen la costumbre de rebotar bastante.
Añadimos poco a poco la sosa al agua removiendo con una cuchara de acero. La solución debe quedar completamente transparente. Al principio se puede formar una costra blanca en el fondo, pero la podremos disolver en poco tiempo removiendo con la cuchara. La solución, que se habrá calentado bastante, la dejaremos en un sitio en el que sea imposible darle un golpe, derramarla o confundirla con otra cosa.
Ponemos 500 gr de aceite de oliva y 500 gr de manteca de cerdo en un recipiente y lo calentamos suavemente mezclando bien las dos grasas hasta que alcance unos 40 o 45ºC. Mientras tanto la sosa se habrá enfriado algo. El objetivo es mezclar la sosa y las grasas a una temperatura similar, es conveniente que haya menos de 5ºC de diferencia entre ellos.
Yo cuando tengo las grasas a 45ºC meto el recipiente con la sosa en un baño de agua fría y remuevo hasta que la temperatura sea más o menos la misma que la de las grasas. Es conveniente contar con dos termómetros.
Una vez estén los ingredientes a la misma temperatura, vertemos con cuidado la sosa sobre las grasas y con una batidora vamos dando vueltas como si usáramos un palo, sin poner en marcha la batidora. Cuando la sosa esté mezclada con las grasas seguiremos revolviendo, pero ya podemos usar la batidora en golpes cortos, como de 3 segundos. Seguimos revolviendo sin prisa pero sin pausa. La mezcla irá tomando un aspecto jabonoso (Qué cosas ¿eh?

Cuando aún no se habían inventado las batidoras y se revolvía a mano con un palo, el proceso podía durar todo un día.
Nos ayudamos con una cuchara para sacar todo el jabón posible del recipiente, alisamos la superficie del jabón en los moldes (o no, puede quedar bonito tal cual) y dejamos enfriar.
Dejad pasar 24h antes de desmoldar, o incluso 48h si el jabón no pasa por fase gel. Podéis esperar un día más para dividirlo en pastillas. Un cuchillo funciona bien, aunque el mejor método es un alambre tenso como esos de cortar queso.
Ponéis el jabón a curar sobre una rejilla y al cabo de un mes ya podéis sorprenderos con la calidad de un jabón casero.
La limpieza
Procurad limpiar lo más gordo pasando un papel de cocina (con los guantes puestos, el jabón crudo es cáustico). Después, la manera más fácil de limpiarlo todo es esperar un par de días, así las cosas estarán manchadas de... jabón

Ojo, esperar un día no es suficiente, el jabón sigue siendo cáustico. De hecho, sería mejor esperar 3 días.
Si no podéis o no queréis esperar, pues nada, a fregar con agua caliente y lavavajillas... y los guantes puestos.
Y lo de "brevemente" que puse al principio hace rato que quedó atrás.